Infraestructura para la integración regional
UNASUR
En
marco de una convención realizada por la Secretaría General de la Unión de
Naciones Suramericanas (UNASUR) en el año 2011, y como resultado de un intenso
trabajo entre el equipo de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL) y la UNASUR, se presentó una serie de documentos elaborados
entre ambos organismos. El principal objetivo de estos será brindar a las
autoridades de los gobiernos nacionales y subnacionales, a los sectores
académicos y empresariales, así como a la opinión pública, una perspectiva
analítica sobre la infraestructura y sus servicios, temas centrales de la
agenda de la integración y el desarrollo de las naciones suramericanas.
Estos
documentos se encuentran divididos en cuatro capítulos que tratan los
siguientes temas:
Capítulo 1 Infraestructura y desarrollo
Capítulo 2 Diagnóstico de la infraestructura
Capítulo 3 Integración regional de la
infraestructura
Capítulo 4 El diseño de nuevas formas de
abordar las políticas públicas para el desarrollo con equidad
A
continuación les dejo un breve resumen de cada uno de los capítulos… (para lectura completa consultar la fuente)
En
el capítulo primero, en donde se refleja el planeamiento de Infraestructura y
Desarrollo se presenta la siguiente visión:
La
provisión eficiente de los servicios de infraestructura es uno de los aspectos
más importantes de una estrategia de desarrollo, a nivel nacional y
principalmente a nivel regional. La falta de infraestructura apropiada y de un
eficiente racionamiento de sus servicios constituye un impedimento primario
para poder poner en marcha una política de desarrollo social con eficacia,
alcanzar índices de crecimiento económico sostenido y lograr objetivos de
integración. Dicha obstaculización ocurre debido a que, por características
propias, la infraestructura y sus servicios relacionados actúan como vehículos
para la cohesión territorial, económica y social puesto que además de tener el
potencial de mejorar la conectividad, reducir los costos de transporte y
mejorar la movilidad y la logística y, por ende, la competitividad y la actividad
del comercio, también facilitan el desarrollo social de las regiones al ir integrando
y uniendo el territorio, haciéndolo accesible del exterior y permitiendo a sus
habitantes conectarse con su entorno y los servicios fundamentales para la
producción y para el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de las
personas.
En
este sentido, el desafío de las políticas es encontrar una estrategia de largo
plazo que proyecte las sinergias de la actividad económica del modelo de
producción, integrando la infraestructura y los servicios relacionados con la
logística y el transporte.
El
segundo capítulo expresa la situación actual de Sudamérica en relación al
Transporte y la Logística, contemplando que esta región presenta una situación
en la cual la ausencia de infraestructura adecuada y de servicios
verdaderamente eficientes exhibe grandes obstáculos para la implementación
efectiva de las políticas públicas conducentes a lograr cabalmente las metas de
desarrollo social y económico, así como el cumplimiento de los objetivos de
integración.
Es
entonces, que los países miembros de la UNASUR requieren de una revisión de sus
políticas para los servicios de infraestructura, transporte y logística y es
recomendable que dicha revisión se incorpore de inmediato a la agenda del
desarrollo regional y de cada uno de los países que integran el bloque países.
En
el caso específico de la infraestructura de transporte vial, los niveles de
inversión ejecutados han contribuido a generar un complejo escenario
caracterizado por dificultades asociadas a una demanda creciente de
infraestructura de transporte y una oferta estancada, y a la aparición de
numerosos cuellos de botella entre los cuales se destacan: insuficiente
interconexión terrestre en los principales corredores; transporte terrestre
insuficiente desde los principales centros de producción hacia los mercados de transformación,
consumo y exportación; limitaciones físicas en la capacidad de puentes;
problemas de acceso a las principales ciudades, y deficiencias físicas y
organizacionales en los pasos de frontera.
Los
problemas que afectan a la infraestructura vial no son los únicos que están
presentes en la infraestructura de transporte. Junto con ellos se pueden
identificar otros problemas en las demás áreas del transporte tales como:
restricciones de capacidad en los corredores marítimos, problemas de
conectividad, insuficiencias y falta de vinculaciones en las redes
ferroviarias, incapacidad de la red ferroviaria para soportar el peso de trenes
empleados a plena capacidad, o para operar trenes de mayor tamaño o a mayor velocidad;
accesos terrestres insuficientes en los principales puertos de la región,
además de su escasez de calado y de patios.
La
situación ferroviaria es preocupante por cuanto las demoras en inversión y
actualización se prolongaron por mucho tiempo, notándose en los últimos pocos
años una nueva disposición a retomar el modo ferroviario. En cuanto a los
puertos, el riesgo de congestión es uno de los que mayor preocupación causa
actualmente, al observarse un detenimiento de los proyectos de desarrollo
portuario.
Los
obstáculos al desarrollo del transporte y del comercio no solo provienen de una
infraestructura deficitaria, destacándose también los aspectos institucionales
y regulatorios del sector. Por ejemplo, en un estudio sobre los obstáculos al
transporte terrestre internacional de cargas en el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR) (Cipoletta Tomassian y Sánchez, 2003), se estimó que el peso
relativo de los problemas institucionales (entre ellos el marco regulatorio en
infraestructura, los procesos de licitación transparentes y competitivos, las barreras
de entrada a proveedores internacionales) era mayor que el de los provocados
por las estrecheces físicas de la infraestructura.
La
integración regional de infraestructura es analizada en el capítulo tercero, y
define a la misma integración regional como al proceso mediante el cual
diversas economías nacionales incrementan su complementación, buscando aumentar
sus mutuos beneficios. Bajo esta premisa, la conformación de bloques de
integración regional implica una serie de ventajas generales para las economías
de los países miembros, entre las cuales se destacan: el mayor poder de
negociación; la ampliación de la capacidad de atracción de recursos
internacionales; el mejor aprovechamiento de las economías de escala en la producción;
la extensión del mercado efectivo, y la menor vulnerabilidad económica ante
factores externos, entre otras. En este sentido, los espacios de integración
regional o subregional tienen el potencial de constituirse en plataformas
destinadas al mejor aprovechamiento de las oportunidades de la economía mundial
globalizada, al mismo tiempo que pueden consolidarse como atenuantes de la vulnerabilidad
ante las fluctuaciones y los riesgos de los mercados globales para sus países
miembros.
En el
cuarto y último capítulo se presenta una reflexión final analizando la
estrategia de desarrollo de los diferentes servicios de infraestructura, tanto
a nivel nacional de cada país, como a nivel regional de todo la UNASUR. Una
correcta estrategia de desarrollo de infraestructura incurre directamente en
tres aspectos primordiales, como lo son el territorial, económica y social. Ya que
una correcta y eficiente operación de servicios de infraestructura incrementan la
conectividad, reducen los costos de transporte y logística, mejoran la
provisión de servicios de movilidad de personas y logística de cargas y, por
ende, aumentan la productividad de los factores y la competitividad y permiten
el crecimiento de las economías.
Para lectura completa del archivo, se encuentra en PDf en la pagina oficial de la UNASUR http://www.unasursg.org/inicio/documentos/infraestructuraparalaintegracionregional
Para lectura completa del archivo, se encuentra en PDf en la pagina oficial de la UNASUR http://www.unasursg.org/inicio/documentos/infraestructuraparalaintegracionregional
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