jueves, 19 de septiembre de 2013

Infraestructura para la integración regional (UNASUR)

Infraestructura para la integración regional

UNASUR


En marco de una convención realizada por la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en el año 2011, y como resultado de un intenso trabajo entre el equipo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la UNASUR, se presentó una serie de documentos elaborados entre ambos organismos. El principal objetivo de estos será brindar a las autoridades de los gobiernos nacionales y subnacionales, a los sectores académicos y empresariales, así como a la opinión pública, una perspectiva analítica sobre la infraestructura y sus servicios, temas centrales de la agenda de la integración y el desarrollo de las naciones suramericanas.

Estos documentos se encuentran divididos en cuatro capítulos que tratan los siguientes temas:

Capítulo 1 Infraestructura y desarrollo

Capítulo 2 Diagnóstico de la infraestructura

Capítulo 3 Integración regional de la infraestructura

Capítulo 4 El diseño de nuevas formas de abordar las políticas públicas para el desarrollo con equidad


A continuación les dejo un breve resumen de cada uno de los capítulos… (para lectura completa consultar la fuente)

En el capítulo primero, en donde se refleja el planeamiento de Infraestructura y Desarrollo se presenta la siguiente visión:
La provisión eficiente de los servicios de infraestructura es uno de los aspectos más importantes de una estrategia de desarrollo, a nivel nacional y principalmente a nivel regional. La falta de infraestructura apropiada y de un eficiente racionamiento de sus servicios constituye un impedimento primario para poder poner en marcha una política de desarrollo social con eficacia, alcanzar índices de crecimiento económico sostenido y lograr objetivos de integración. Dicha obstaculización ocurre debido a que, por características propias, la infraestructura y sus servicios relacionados actúan como vehículos para la cohesión territorial, económica y social puesto que además de tener el potencial de mejorar la conectividad, reducir los costos de transporte y mejorar la movilidad y la logística y, por ende, la competitividad y la actividad del comercio, también facilitan el desarrollo social de las regiones al ir integrando y uniendo el territorio, haciéndolo accesible del exterior y permitiendo a sus habitantes conectarse con su entorno y los servicios fundamentales para la producción y para el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de las personas.
En este sentido, el desafío de las políticas es encontrar una estrategia de largo plazo que proyecte las sinergias de la actividad económica del modelo de producción, integrando la infraestructura y los servicios relacionados con la logística y el transporte.


El segundo capítulo expresa la situación actual de Sudamérica en relación al Transporte y la Logística, contemplando que esta región presenta una situación en la cual la ausencia de infraestructura adecuada y de servicios verdaderamente eficientes exhibe grandes obstáculos para la implementación efectiva de las políticas públicas conducentes a lograr cabalmente las metas de desarrollo social y económico, así como el cumplimiento de los objetivos de integración.
Es entonces, que los países miembros de la UNASUR requieren de una revisión de sus políticas para los servicios de infraestructura, transporte y logística y es recomendable que dicha revisión se incorpore de inmediato a la agenda del desarrollo regional y de cada uno de los países que integran el bloque países.
En el caso específico de la infraestructura de transporte vial, los niveles de inversión ejecutados han contribuido a generar un complejo escenario caracterizado por dificultades asociadas a una demanda creciente de infraestructura de transporte y una oferta estancada, y a la aparición de numerosos cuellos de botella entre los cuales se destacan: insuficiente interconexión terrestre en los principales corredores; transporte terrestre insuficiente desde los principales centros de producción hacia los mercados de transformación, consumo y exportación; limitaciones físicas en la capacidad de puentes; problemas de acceso a las principales ciudades, y deficiencias físicas y organizacionales en los pasos de frontera.
Los problemas que afectan a la infraestructura vial no son los únicos que están presentes en la infraestructura de transporte. Junto con ellos se pueden identificar otros problemas en las demás áreas del transporte tales como: restricciones de capacidad en los corredores marítimos, problemas de conectividad, insuficiencias y falta de vinculaciones en las redes ferroviarias, incapacidad de la red ferroviaria para soportar el peso de trenes empleados a plena capacidad, o para operar trenes de mayor tamaño o a mayor velocidad; accesos terrestres insuficientes en los principales puertos de la región, además de su escasez de calado y de patios.
La situación ferroviaria es preocupante por cuanto las demoras en inversión y actualización se prolongaron por mucho tiempo, notándose en los últimos pocos años una nueva disposición a retomar el modo ferroviario. En cuanto a los puertos, el riesgo de congestión es uno de los que mayor preocupación causa actualmente, al observarse un detenimiento de los proyectos de desarrollo portuario.
Los obstáculos al desarrollo del transporte y del comercio no solo provienen de una infraestructura deficitaria, destacándose también los aspectos institucionales y regulatorios del sector. Por ejemplo, en un estudio sobre los obstáculos al transporte terrestre internacional de cargas en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) (Cipoletta Tomassian y Sánchez, 2003), se estimó que el peso relativo de los problemas institucionales (entre ellos el marco regulatorio en infraestructura, los procesos de licitación transparentes y competitivos, las barreras de entrada a proveedores internacionales) era mayor que el de los provocados por las estrecheces físicas de la infraestructura.


La integración regional de infraestructura es analizada en el capítulo tercero, y define a la misma integración regional como al proceso mediante el cual diversas economías nacionales incrementan su complementación, buscando aumentar sus mutuos beneficios. Bajo esta premisa, la conformación de bloques de integración regional implica una serie de ventajas generales para las economías de los países miembros, entre las cuales se destacan: el mayor poder de negociación; la ampliación de la capacidad de atracción de recursos internacionales; el mejor aprovechamiento de las economías de escala en la producción; la extensión del mercado efectivo, y la menor vulnerabilidad económica ante factores externos, entre otras. En este sentido, los espacios de integración regional o subregional tienen el potencial de constituirse en plataformas destinadas al mejor aprovechamiento de las oportunidades de la economía mundial globalizada, al mismo tiempo que pueden consolidarse como atenuantes de la vulnerabilidad ante las fluctuaciones y los riesgos de los mercados globales para sus países miembros.



En el cuarto y último capítulo se presenta una reflexión final analizando la estrategia de desarrollo de los diferentes servicios de infraestructura, tanto a nivel nacional de cada país, como a nivel regional de todo la UNASUR. Una correcta estrategia de desarrollo de infraestructura incurre directamente en tres aspectos primordiales, como lo son el territorial, económica y social. Ya que una correcta y eficiente operación de  servicios de infraestructura incrementan la conectividad, reducen los costos de transporte y logística, mejoran la provisión de servicios de movilidad de personas y logística de cargas y, por ende, aumentan la productividad de los factores y la competitividad y permiten el crecimiento de las economías.


Para lectura completa del archivo, se encuentra en PDf en la pagina oficial de la UNASUR http://www.unasursg.org/inicio/documentos/infraestructuraparalaintegracionregional

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